La santidad no es un concepto abstracto ni una opción para algunos creyentes; es el llamado central del evangelio (1 Pedro 1:15-16). Desde una perspectiva wesleyana, la santidad es progresiva y alcanzable por la gracia de Dios. No se trata de perfección moral absoluta, sino de ser perfectos en amor: amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos. La santidad implica una transformación interna y externa, que se manifiesta en una vida separada del pecado y consagrada a Dios. No es solo un estándar de conducta, sino el reflejo del carácter de Cristo en el creyente. Esta categoría explicará cómo la santidad se desarrolla en la vida diaria, cómo se relaciona con la madurez espiritual y cómo es esencial para experimentar el avivamiento personal y comunitario.
La teología de John Wesley nos enseña que la santidad no es solo una meta lejana, sino un proceso de transformación diario por la gracia de Dios. En este artículo exploraremos principios bíblicos y claves prácticas para alcanzar una vida de santidad…
En un mundo donde la moralidad es cada vez más relativa y las normas culturales cambian constantemente, muchos consideran que la santidad es un concepto desfasado o irrelevante. Sin embargo, la Biblia nos recuerda claramente en Hebreos 13:8 que "Jesucristo es el…
Muchas personas confunden la verdadera santidad con el legalismo, creyendo que vivir en obediencia a Dios es una carga religiosa y no una respuesta de amor. Sin embargo, la santidad es el fruto de la gracia, mientras que el legalismo es un…
La santidad no es una opción para unos pocos, sino el llamado central para todo creyente. “Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16) es una orden directa de Dios, pero en la actualidad muchos la han ignorado o malinterpretado. En…
Introducción: El Llamado a una Vida Santa
La santidad es uno de los temas más fundamentales de la vida cristiana, pero también uno de los más debatidos. Muchas personas creen que es imposible vivir sin pecar, mientras que otros sostienen que Dios…